Por que necesitamos plantar más arboles de hoja caduca (o perenne que no sean pinos ni eucaliptos)

23 Dic

34dUna vez ví en TV una entrevista a un catedrático de ingeniería forestal de una universidad. Era con ocasión de uno de tantos incendios virulentos que cada año destruye ciertas zonas de España; en este caso Galicia.  Preguntado sobre las causas medioambientales de los incendios, el citado catedrático mencionó tres:

  • el factor humano
  • las temperaturas
  • el viento

me quedé de piedra de ver que un experto omitiera otra causa fundamental: las especies de árboles implicados en los incendios.  Incluso si un desalmado prende intencionadamente un bosque, no arde de la misma forma un robledal/castañar, que un bosque de ribera, un encinar, un pinar o un eucaliptal.  Estos dos ultimos arden como una pira; está en su naturaleza.  Luego están las causas “politicas”, los incendios ligados a prácticas agricolas/ganaderas destructivas, a las subvenciones de la PAC, o las leyes que premian el suelo quemado con la rectificación del terreno.  Pero este artículo no va de eso: volvamos a la cuestión forestal.

España ha sido alicatada con pinos por muchos años, incluso en zonas donde los pinos no son apropiados, o no son apropiados en tal densidad, o no como especie dominante/ monocultivo.  Esta especie es una de las más incendiables por varias razones: por su resina altamente combustible, por la rapidez con que arde, porque las agujas secas del suelo son un combustible extremadamente eficaz … en suma, es una especie pirófita. Encima se suelen plantar muy juntos, lo que favorece una propagación rapidísima del fuego e impide que otras especies más adecuadas puedan medrar.  Por otra parte, los pinos acidifican el suelo y no lo nutren, lo que favorece que en terrenos secos el pinar sea invadido por un arbusto igualmente muy incendiable: la jara.   Por otra parte, como todo monocultivo, los pinares atraen su plaga característica: la procesionaria.

No es que los pinos sean “malos”; se trata efectivamente de una especie útil en terrenos degradados y pobres, pero como especie pionera. Después hay que continuar con la sucesión de especies adecuadas a la zona y biodiversificar, cosa que raramente se hace.

Los eucaliptos son igualmente pirofitos, es decir, se reproducen mediante el fuego, además de ser invasivos, acaparar todo el agua, resecar el medio y crear un medioambiental disuasorio para la mayoría de especies vegetales y animales.   Cuando hace mucho calor, en verano, desprenden un alcohol altamente inflamable llamado eucaliptol.  El color de ese alcohol es lo que da el nombre a las “montañas azules” de Australia, lugar de procedencia de los eucaliptos.  Con el fuego, sus semillas se desparraman como auténticas “bombas de racimo”.  De ahí que en Galicia haya tanto incendio, y en León, por ejemplo, que está bastante cerca, no.

Desde el punto de vista climático, ya se ha demostrado que, en Europa, la sustitución de los bosques de frondosas (árboles de hoja caduca)  por las coníferas (el pino entre otras)   ha contribuido a empeorar el calentamiento global.  Por eso es urgente cambiar este enfoque simplista/industrial para imitar los patrones de la naturaleza.  En la biodiversidad reside la resiliencia.

Otra consideración merecen otro tipo de árboles de hoja perenne, como las encinas, alcornoques, tejos, sabinas, enebros, acebos, etc.  que son autóctonos de distintas zonas de nuestra geografía y no plantean estos inconvenientes y sí muchos beneficios.

Los árboles y arbustos de hoja caduca, siempre autóctonos y adecuados a la zona tienen muchísimas ventajas:

Por qué necesitamos más árboles de hoja caduca:

* Nutren y fertilizan el suelo.  Cuando las hojas caen en otoño, su descomposición favorece la regeneración del suelo y la formación de humus.  Las hojas muertas remineralizan el terreno de un modo natural, ya que son ricas en minerales extraídos en profundidad por las raíces.  Una tierra rica en humus es una tierra fértil, viva y sostiene la abundancia de toda la cadena trófica desde la base.
* Favorecen la absorción del agua.  Un suelo rico en humus y en vegetación (con buenos sistemas radiculares) favorece la infiltración del agua de lluvia, la recarga de los acuíferos, previene la escorrentía y las inundaciones y alimenta los cursos de agua: arroyos y ríos.
* Extraen carbono del aire.  Tanto el humus del suelo como la estructura del árbol almacenan carbono, detrayéndolo de la atmósfera. Por tanto, plantar árboles es fundamental para hacer frente al calentamiento global.
* Refrescan el clima.  Los bosques frondosos tienen un efecto refrescante sobre el suelo, pues absorben la luz, que aprovechan para la fotosíntesis y ofrecen una sombra tupida, evitando las islas de calor, otro factor promotor de calentamiento global.  Incluso en las ciudades, que éstas tengan abundante arbolado hace descender la temperatura en verano en varios grados.
* Favorecen la formación de nubes.  Las hojas de los árboles y arbustos caducifolios tienen en su superficie una bacteria (mal llamada “patógena”) que promueve la formación de nubes.  Por tanto, ayudan a generar lluvia, activar el ciclo del agua, hidratar el terreno, prevenir sequías y regular el clima.  Los terrenos deforestados sabiamente reforestados pueden restaurar los cursos de agua que se han secado por la tala de la vegetación.
* Alimentan la vida silvestre.  Los pinares son un ecosistema inapropiado/ disuasorio para muchas especies de mamíferos y aves que necesitan otra cosa que piñones para vivir.  En cambio, muchos árboles y arbustos de hoja caduca  producen frutos comestibles por fauna y aves locales, así como flores interesantes para las abejas y otros polinizadores.  La biodiversidad es esencial en la salud, la productividad y la resiliencia de los ecosistemas.  En forma de setos en zonas agrícolas y ganaderas tienen grandes beneficios tanto medioambientales como en forma de mejora de la fertilidad, de prevención de plagas y de mantenimiento de corredores de biodiversidad.
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Abeja libando en una flor de zarzamora

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Plantemos árboles, pues

Por qué no debemos confiar que las administraciones públicas se ocupen de ello

La mayor parte de los monocultivos de pino han sido realizados por administraciones anteriores.  Pero en la actualidad,  cuando el monte se quema y se abordan planes de reforestación, es un  hecho que, a menudo … se sigue haciendo con pinos. De nuevo.   He visto incluso riberas de ríos en áreas naturales protegidas reforestadas con pino.  Increíble pero cierto.

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Los bosques de ribera se componen de diversas frondosas: alisos, fresnos, sauces álamos, etc.
Los bosques de ribera se componen de diversas frondosas: alisos, fresnos, sauces, álamos, etc.

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Por supuesto que en muchas zonas españolas los más adecuados son árboles hoja perenne; bosques de sabinas y enebros en zonas donde sólo crecen bien esas especies por las características del terreno; encinares y alcornocales, bosques de coníferas originales de la zona, o bosques mixtos de especies caducifolias y de hoja perenne.  Entiéndase esta loa a los árboles caducifolios como una reflexión sobre la necesidad de contrapesar las acciones reforestadoras simplistas, monocordes y ajenas a cualquier visión ecosistémica de la naturaleza, que han suplantado extensos bosques biodiversos, caducifolios y con un alto valor ambiental por pino exclusivamente, plantados con una alta densidad y sin ninguna gestión posterior de clareo, biodiversificación y sucesión adecuada de especies.  Merece la pena antes de emprender cualquier acción para equilibrar esto informarse bien cuales son los árboles, arbustos y plantas que tradicionalmente se dieron en esa zona, tratar de replicar lo que la naturaleza creó en sus orígenes.


Algunas iniciativas particulares y grupales que demuestran que se puede

Información de interés

* Como sembrar/plantar árboles
* Arboles autóctonos de España
* Arbustos autóctonos de España
* Foro repoblación autóctona
* Manual del Plantabosques. Asociación ARBA
* La función ecológica del matorral
*
 Vivero: Proyecto forestal ibérico. Albacete
*
 Vivero: Alborada. Madrid

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